lunes, 27 de junio de 2011

Vértigo


Recibiré postales del extranjero,
tiernas y ajadas, besos, recuerdos.
¿Cómo están todos? Te echo de menos.
Cómo pasa el tiempo...



Seremos otros, seremos más viejos,
y cuando por fin me observe en tu espejo,
espero al menos que me reconozca,
me recuerde al que soy ahora.



Aquellas manos, aquella mujer,
aquel invierno no paraba de llover,
perdona que llegue tan tarde,
espero saber compensarte.



Estás tan bonita, te invito a un café,
la tarde es nuestra, desnúdame.
Tras el relámpago te decía: "Siempre
recogeré flores en tu vientre".



Otro hombre dormirá contigo
y dará nombre a todos tus hijos.
Ven, acércate a mí,
deja que te vea,
que otras primaveras
te han de llevar muy lejos de mí.



Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.
¿Me escucharás, me buscarás,
cuando me pierda
y no señale el norte
la estrella polar?



Las frías mañanas en la facultad,
tú casi siempre huías conmigo al bar,
y me enfadaba si preferías
el aula a mi compañía.



Sobre la mesa botellas vacías,
qué sano es arrancarte esa risa,
y ahora cambiemos el mundo, amigo,
que tú ya has cambiado el mío.



¿Qué haré cuando te busque en la clase,
y mi eco me responda al llamarte?
Otros vendrán y me dirán
que te marchaste,
que te cansaste
ya de esperar.



Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.
¿Me escucharás, me buscarás,
cuando me pierda
y no señale el norte
la estrella polar?



Y la ronquera, los traicioneros nervios,
que me atacan antes de cada concierto,
viejas canciones, antiguos versos,
que espero retenga algún eco.



Y en el futuro espero, compañero, hermanos,
ser un buen tipo, no traicionaros.
Que el vértigo pase y que en vuestras ventanas
luzca el sol cada mañana.



Pero basta de lamentos,
brindemos, es el momento,
que estamos todos
y no falta casi nadie,
que hay que apurar
la noche que acaba de empezar.



Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.
¿Me escucharás, me buscarás,
cuando me pierda
y no señale el norte
la estrella polar?









Si me dice eso, ¿qué otra cosa puedo hacer? 
simplemente morirme en sus brazos, en mis sueños, 
o quizás eso sea empezar a vivir...

jueves, 9 de junio de 2011

Odio cuando en mi mente se mezcla el pasado con el presente,
los sueños con la realidad,
y por supuesto el futuro,
nunca quiero que llegue y siempre está acá.

viernes, 3 de junio de 2011

cuando digo que quiero vivir en un sueño, 
es porque al estar dormida sueño con la vida que quiero, 
sin limitaciones ni arrepentimientos. 
solo felicidad absoluta. 
claro que eso no existe, por eso la necesidad de cerrar los ojos.
hay que cerrar los ojos.
hay que soñar, despues hay que vivir.